Silencio, reflexión, paz, misticismo… descubrir un territorio y ponerlo psobre la palma de una mano creativa, donde la arena o el agua se fuga entre los dedos y comienza a formar perfiles, con sorprendente magia que inmediatamente amalgama alegrías o retos; donde el tiempo corre y brotan espejismos entre la arena y el cielo,  la oscuridad o la luz, ilusiones vanas.

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El Maestro Pancho Cárdenas domina la fuerza amenazante de la majestuosidad del Desierto, al plasmar tradiciones, testimonios y múltiples sensaciones en majestuosas esculturas, pinturas con simbolismos dibujados o fotografías, que logran congelar momentos únicos, empapados de usanzas, costumbres e historias, que al igual que la arena se le adhieren a la piel y las hace suyas.

 

Las obras del Maestro Cárdenas –que han sido expuestas en diferentes salas de arte de diversos países, como Nueva York, San Francisco, Argentina, Japón, China, Alemania, Israel, España, Cuba y Marruecos, entre otros- constituyen un reflejo de la creatividad y habilidad de incluso transformar  desechos en esculturas maestras, fotografías en propuestas artísticas, arena en composiciones pictóricas.

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En esta exposición de Pancho Cárdenas, Agua y Arena son cómplices que dan origen y destino a emblemas del Sahara, convirtiéndolo así en un artesano del Desierto que rinde homenaje a símbolos milenarios, como la ceremonia del té, la música o la danza, al soplo del viento o relatos a la luz de la luna, que enaltecen al camello que nunca se cansa ni traiciona a su amo.

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Así, busca sublimar los sentidos del observador, para trasladarlo a sitios únicos existentes en cada escultura, pintura o fotografía, de: “Piel de Arena”.

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