Al trabajar con elementos naturales como barro, aire, agua y fuego, Claire Lippmann se siente cerca de los orígenes de la humanidad, del principio de la creación que concierne los elementos vitales de la vida. Así, sus obras representan el fundamento de la vida primaria y los rudimentos de nuestro medio ambiente, ya sea molecular, marino u orientado hacia la naturaleza. Comienza una obra uniendo piezas pequeñitas, jugando con ellas hasta que van tomando forma y que por lo tanto, crean no sólo unidad sino también movimiento, ritmo y dinamismo.

 

A pesar de la repetición necesaria y de la aparente simplicidad de cada parte de una pieza, la obra ya terminada produce sensaciones de fuerza y energía, lo que contribuye al meticuloso montaje final de la estructura. Cada pieza es única, en armonía con los orígenes de la evolución que evocan la docilidad, la sensibilidad y la belleza de regeneración de la vida.

 

Bajo este preámbulo, y dentro del concepto curatorial desarrollado para la serie de exposiciones a celebrarse en el Museo Torres Bicentenario para confirmar la hipótesis planteada “EL ARTE, ANTÍDOTO INMINENTE” contra la violencia, la Maestra Claire Lippmann, “Entre Mar y Tierra”, nos deleita con una serie de obras de cerámica y técnicas mixtas que muestran al arte con una perspectiva diferente ya que los elementos intervenidos se integran en conjuntos poliformes armoniosos que le presentan al espectador una cerámica que rompe lo tradicional para convertirla en piezas de perfección estética.