Esta obra es auténtica... no, ¡es falsa!
Y es falsa... ¡porqué lo digo yo!
Son increíbles las falsificaciones como también lo son las autenticidades. ¿Cuáles son verdaderas? ¿Cuáles son falsas?
Lamento sobremanera cuando una obra auténtica se convierte en falsa porque se aplica la regla de: ¡por qué lo digo yo!
Por increíble que parezca esto acontece con frecuencia: Un "conocedor certificado" sobre la obra de algún artista emite una opinión y su palabra es considerada "Ley". Y con esa opinión, acaba el tormento de algún coleccionista si el veredicto fue que se trataba de una obra verdadera, como también comienza un tormento al conocer que se dijo que era falsa. Sé de algunos casos, que con obras auténticas de Frida Kahlo, al recurrir al experto, emitió como resultado la falsedad de la obra siendo perfectamente auténtica.
Les comentaré que de diversos maestros y artistas yo soy "ese experto" y mi palabra puede ser suficiente para determinar la autenticidad de una obra. Ejemplo rápido de esto es el caso del Maestro Gustavo Arias Murueta, de quien por muchos años he conocido ¡hasta sus dolores de muelas! y he estado infinidad de veces en su estudio y me ha tocado ver el proceso de la creación de todas sus obras durante estos años.
Entonces, conociendo que el Maestro es un artista 100% abstracto, ¿cómo pueden decirme que esta obra figurativa de un Cristo es verdadera? es una pintura sin fecha y está firmada por DAFNE.
Estaba en el estudio del Maestro.
Independientemente al significado mitológico u otro, Dafne era el nombre de un negocio que enmarcaba cuadros. Los dueños: los padres del Maestro Arias Murueta. Sin haber decidido dedicarse de lleno a ser un artista (que lo hizo cuando Cristina Kahlo -vecina del maestro en Coyoacán- le dijo que no perdiera más su tiempo y que abandonara cualquier profesión que no fuera la de ser pintor) pintaba con el seudónimo de "Dafne"; existen otras dos obras, un tanto figurativas, bajo la firma de Dafne. Muy pocos conocemos este hecho y seguramente "un conocedor de arte" -incluso familiares- podría emitir erróneamente el juicio de que las obras signadas por Dafne no corresponden a la obra del Maestro Arias Murueta y por tanto falsas. Afortunadamente para eso existen los "Certificados de Autenticidad".
Estimados lectores, me atrevo a preguntarles, cuando una obra cuenta con un certificado de autenticidad, ¿es real? ¿es suficiente este documento? ¿Pagarían ustedes un millón de pesos o tres millones de dólares por una obra de arte que cuenta con un certificado de autenticidad?
Hace un par de meses participé con el Escultor Jorge Marín, en la Escuela Libre de Derecho, en un foro para modificar la Ley de Derechos de Autor, ya que está debidamente redactada en el caso de libros, software, discos, películas y otros, pero no así en lo correspondiente a la autoría de obras plásticas. La falsificación está a la orden del día y es un hecho que las esculturas de este Maestro son las más clonadas y ofrecidas no solamente en Tepito o lugares pirata, sino hasta en Galerías de prestigio.
Modificar la Ley es lento y depende del humor de nuestros legisladores, pero al menos ya se logró que instituciones como el Monte de Piedad antes de aceptar una obra a empeño, certifique con el autor de la misma su autenticidad y se instrumentó un mecanismo para denunciar la falsificación, reproducción indebida y comercialización de obras que afecten el patrimonio de sus creadores y de los consumidores y si es el caso, no duden en hacerlo a través del *5533 y el teléfono (01-55) 5533-5533.
Cualquier desconfianza que tengan sobre la autenticidad de obras que deseen adquirir o vender, no duden en dejarme comentario en este blog o bien comunicarse con un servidor vía correo electrónico: ricardo@arteycuraduria.com y/o también llenando el formulario dando clic aquí: contacto con MFA Ricardo Camacho.
Por igual, agradezco sus comentarios aquí abajito en "comments".